sábado, 29 de marzo de 2014

Correr



Casi se muere corriendo. El maicillo se le metió por las patas y le hizo perder el equilibrio, pero logró seguir adelante. Las cinco amigas con las que andaba habían caído en una posa unos metros más allá. No sabía qué hacer, si salvar a una, no sabía a cuál o si salvarse a si misma. No había mucho tiempo. El oso hormiguero estaba cerca.

1 comentario:

florentina dijo...

biennnnn!!!

pero qué maravilla levantarme un sábado por la mañana, inspirada, (no) poder hacerme una taza de café y con alegría sentarme en mi escritorio a escribir...

pero antes,
antes me meto al blog, a rescatar unas letras... y me encuentro no con una... con dos entradas nuevas!

sólo puedo decir...


que viva la vida <3