Una vez en la noche estábamos sentadas en una banca de la
mano y habían muchos gatos, de repente una se subió en mis piernas y yo le hice
cariño. Siento que la escena era tan linda: yo y ella de la mano en una banca
en la oscuridad y una gatita blanca encima. En ese momento pensé lo bacán que
hubiese sido que alguien nos sacara una foto, pero a pesar de que obviamente
nadie lo hizo yo sé que nos veíamos hermosas. Fuimos hermosas.
1 comentario:
Lo son, y siempre lo serán...
qué lindo el azul... :)
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