Sueño de una noche de verano

Hacía mucho que soñaba con encontrarla y se le apareció en un período poco esperado. Eran tantas las cosas que tenía en mente que apenas podía darse cuenta de lo que sentía. Al principio le daba risa, luego extrañeza y al final deseo y delirios antes de dormir. Jamás pensó que llegaría a ocurrir… y ocurrió. Fue tan feliz mientras duró. Hoy cada vez alberga menos esperanzas de que se repita, pero espera y espera, pensando que algún día quizás de nuevo sienta y pueda volver a ser feliz. La plenitud llegará y antes de la jubilación, eso seguro. 

Soy feliz y los altibajos son parte de la felicidad. El bienestar predomina y así debe proceder. ¿Qué sería de la producción en general sin los altibajos?. Gracias a la vida que me ha dado tanto... 

Hoy te dejo ir y espero que te vayas. Que llegues muy lejos y explores lo más posible. Que te pierdas y luego encuentres el camino. Que alcances tus metas, pero por sobre todo, que las poseas.  Que comprendas, quieras y aceptes tal cual eres y que te sientas feliz de serlo. Que respires y despiertes sabiendo que hay algo mejor que lo que tienes y que confíes y trabajes hacia esa dirección, con la seguridad de que ya llegarás. 

Escucha, hay algo que es seguro: peor que ahora no vas a estar, por más que te pierdas en el viaje, siempre estarás en movimiento y eso es lo que te hará ser y descubrir quien realmente eres. Pero ahora por favor... ándate, corre, siente y toma el manubrio de tu vida, padaleándo hacia donde quieras, pero pedaleándo lejos. Ándate lejos, corre, aléjate para acercarte contigo.